Me llamo Jon Granadero y desde hace algo más de 3 años me dedico al desarrollo personal, algo que me apasiona. Como muchos estudiantes (80%) cuando terminé el bachillerato no tenía ni idea de qué quería estudiar. Al final, me decidí por administración de empresas “porque tenía salidas” (aunque no sabía a dónde llevaban esas salidas) y porque la media que tenía no me daba muchas opciones. Tenía capacidad para sacar el curso, pero no la suficiente motivación como para sacar buenas notas.

Cuando acabé la carrera tampoco sabía a qué me quería dedicar, tenía el ansiado título, pero eso tampoco me garantizaba nada. Después de un año trabajando de camarero en Inglaterra, me surgió la oportunidad de hacer unas prácticas en un centro de Innovación de Microsoft en Bruselas y allí que me fui.
Después de terminar las prácticas de 1 año, me contrataron y me quede 3 años más. Durante este tiempo adquirí una experiencia en la que aprendí mucho con un trabajo muy dinámico en el que tuve que hacer de todo: comunicación, ventas, contabilidad, organización de eventos…  Ya tenía el título, 4 años de experiencia en el extranjero y en una empresa de nombre, ya había conseguido mucho. Sin embargo, yo sentía que ese no era mi sitio, yo quería trabajar en algo que me llenará, algo con lo que disfrutar. Después de esta experiencia volví a casa y trabajé en consultoría, en ventas, y cada vez que miraba ofertas de trabajo ninguna me llenaba.

Durante un tiempo simplemente viajé en un tren cuya estación de destino desconocía, hasta que un día decidí PARAR y bajarme de ese tren en el que iba a toda velocidad en dirección a ningún sitio.